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Llega desde España y su fuerte es el llamativo diseño. Se ofrece en una única versión con motor naftero 1.2 de 110 CV y caja automática, por 448.000 pesos.

 

En tiempos en los cuales la imagen es todo, el diseño manda. Por eso el Citroën C4 Cactus se mueve como pez en el agua en un espacio del mercado signado por el ego: todos quieren mostrarse.

El nuevo modelo de la casa francesa es, nadie lo duda, diferente. Su carrocería compacta (4,16 m de largo, 1,73 m de ancho y 1,48 m de alto, con una distancia entre ejes de 2,60 m) muestra un diseño arriesgado: puede gustar o no, pero no pasará inadvertido. Superficies depuradas y limpias, que incluyen Airbump, apliques de plástico blando (poliuretano termoplástico, TPU) que cubren el ancho de las puertas y que, además de protegerlas ante eventuales impactos leves, cumplen funciones estéticas.

Además, las butacas delanteras están inspiradas en sillones, mientras que por el desarrollo particular del habitáculo, el airbag del  acompañante está alojado en el techo.

El equipamiento es amplio. Ofrece, pantalla táctil de 7", climatizador, navegación, cámara de marcha atrás, limitador-regulador de velocidad. ABS, ESP y REF, seis airbags, faros antiniebla delanteros con Corner Light, anclajes Isofix y ayuda al arranque en pendiente.

Llega desde España en una única versión, Shine Puretech 110 AT6 S&S (448.000 pesos), con motor 1.2 PureTech 110 con turbocompresor e inyección directa y caja automática de seis velocidades.