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El municipio que lleva por nombre el apellido de quien enfrentó a la naturaleza con plantas y árboles, Carlos Gesell, mejora los controles ambientales para mantener en óptimo estado sus playas y bosques.

El partido de Villa Gesell es uno de los de mayor crecimiento poblacional en la provincia de Buenos Aires en la última década, ya que pasó en cinco años de tener algo más de 31 mil habitantes a 40 mil en 2015, con la gran mayoría de la población en la ciudad cabecera, que lleva el mismo nombre.

Todo el partido contaba con 21 mil camas hasta 2013, pero debido a la constante inversión aumentó a 27 mil camas en la actualidad con al análisis de todos los rubros de albergues.

El mismo nivel de inversión se registraba en locales comercios, restaurantes y otros servicios, detallaron voceros de la municipalidad.

El director de Turismo de la Municipalidad de Villa Gesell, Feliciano Felice, detalló que "la mayor parte de las reservas llegarán a fines de noviembre y en los primeros días de diciembre -por el peso que tienen en las decisiones las definiciones electorales- y porque muchos dejan siempre para último momento a dónde ir en verano".

Esos días tan importantes para la zona tendrán el debut de la Camerata de Mar de las Pampas, en los bosques de la localidad del mismo nombre, que interpretará Las Cuatro Estaciones de Vivaldi, con el rumor de fondo del océano y el viento que cruzará los pinos que conservan los médanos.

Formará parte de esa velada prometedora la presentación del violinista Pablo Saraví, el ahijado artístico de la pianista Marta Argerich, quien ofrecerá su arte en la capilla de Mar de las Pampas, este nuevo y pujante pueblo que vive en medio de la naturaleza trabajada con las manos del hombre.

Felice manifestó también que deben tener listo para la llegada del grueso de turistas, un nuevo ingreso al bosque de la ciudad principal, mucho más directo "como forma de incorporarla a la vida de los visitantes", lo que tiene la intención de favorecer las caminatas pero también integrar más la vida natural y la lucha contra el sedentarismo.

La ciudad también trabaja para mejorar el conocimiento de los visitantes a la reserva dunícola del sur del partido, donde se mantiene el paisaje original que tuvo que enfrentar Carlos Gesell cuando inició su gran trabajo.

Así se reorganizan paseos al faro Querandí, de 1922, en una base de la Armada Argentina que es el último punto al que se puede acceder por la playa, ya que el sur es una reserva intangible en la que no se puede entrar, para conservar la zona de la manera más virgen posible.