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La propuesta pretende lograr un contacto más cercano con el entorno. Las cabalgatas permiten al viajero acceder a lugares a los cuales difícilmente llegaría por otros medios.

Desde que los conquistadores españoles introdujeron el caballo en territorio americano su utilización como herramienta de trabajo o medio de transporte fue creciendo de manera exponencial. Luego, y como derivación natural, el noble animal fue cubriendo las más variadas necesidades hasta transformarse en pieza clave del desarrollo de las regiones más inhóspitas. Así el caballo ocupa un lugar muy importante también en el turismo.

En Esquel, las cabalgatas con fines turísticos, permiten acceder a rincones de difícil acceso a los que solo es posible acceder “a paso de caballo”, actividad que irradia una mística especial y que es vivida por los viajeros que la experimentan como una película de aventuras en el marco inigualable de los cerros y valles de Esquel.

Recorrido

Las excursiones a caballo parten desde la chacra Los Álamos, ubicada en el ingreso de la ciudad de Esquel. En un agradable ambiente rural de paisajes poco explorados entre valles, montañas y estepa, “la tropa” es comandada por los guías, personal experimentado que conoce cada metro del paisaje del oeste del Chubut como su propia mano.

Mientras avanzan por los senderos, los guías informan a los viajeros de las características del terreno (por ejemplo, del Valle Chico o las estribaciones del cerro Nahuel Pan) y, además, nutren el paseo con anécdotas, ya que por lo general estos baqueanos han nacido y fueron criados en la zona.

Por supuesto, el guía se ocupa también de transmitir algunos conocimientos específicos de la actividad, como por ejemplo, ensillar la montura, una parte clave de la experiencia que todo jinete debe vivir.

Además, esta actividad permite al viajero escoger su caballo de manera que esta acción le permita generar un lazo de amistad y confianza ya que convivirá durante varias horas con el animal mientras recorren senderos flanqueados por pinos, cipreses, mutisias y diferentes arbustos que le brindan una gama de colores a las retinas de cada jinete.

Para todos

Las cabalgatas varían en su duración desde paseos sencillos y de baja exigencia de alrededor de una hora hasta jornadas completas que exigen un poco más a los turistas. También se organizan excursiones nocturnas, a la luz de la luna.

Las excursiones a caballo no presentan un alto grado de dificultad, ni restricciones de sexo, edad o condición física; alcanza con tener ganas de contemplar el paisaje patagónico de un modo diferente. La tropilla está conformada por caballos que se caracterizan por su mansedumbre y que están habituados a recorrer este tipo de geografía, condición que exime al turista de tener experiencia en la materia. 

El cierre de la jornada se realiza en el punto de partida. Charlas con mate y tortas fritas alargan la experiencia mientras se desensillan los caballos y se los abastece de agua y pastos. Un ida y vuelta de preguntas y repreguntas con los baqueanos, elevan el conocimiento de los visitantes sobre la vida rural. Un asado campero, reviviendo tradiciones e historias de la cultura que implica la vida en el campo en la Patagonia, es el broche de oro para una jornada que invita a descubrir los secretos de Esquel desde la montura.

Más información

Secretaría de Turismo de Esquel

54 2945 451927/453145/455652

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www.esquel.tur.ar

 

Un pasero como pocos

El secretario de Turismo de Esquel, Diego Lapenna, aseguró que, “Por sus paisajes rodeados de flores, árboles, cerros y valles, Esquel es un lugar ideal para realizar actividades de este tipo. Las excursiones nocturnas a caballo, bajo la luz de la luna, constituyen un gran espectáculo que queda para siempre en el recuerdo de quien las realiza.  La cantidad de especies de fauna y flora encuentran un complemento ideal en el colorido que le otorgan a los paseos la gran cantidad de flores que nacen en los bosques autóctonos de la zona. Estas opciones garantizan una maravillosa aventura entre los cerros y los valles, entre los bosques y los arroyos donde se respira aire puro a pleno y se vive la tradición de recorrer la Patagonia a caballo."