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En tiempos de pandemia, las plataformas digitales ofrecen propuestas más que interesantes. Una de ellas es Fangio, el hombre que domaba las máquinas. A lo largo de 90 minutos, el documental plantea un recorrido

por su vida deportiva, sus hazañas y tristezas. Pueden escucharse testimonios de ex pilotos de la Fórmula 1, ex mecánicos, dueños de automotrices e historiadores. Y sobre todo, disfrutar de imágenes de carreras que despiertan vértigo frente a la pantalla.

Claro que la leyenda del quíntuple campeón mundial no se termina en ese documental. Va más allá del televisor. Y continúa en un lugar muy especial. Su lugar en el mundo. Ahí, en Balcarce, se encuentra el Museo del Automovilismo Juan Manuel Fangio. Inaugurado en noviembre de 1986, este espacio propone un viaje maravilloso por la vida del símbolo eterno de la F-1. Un simple dato lo confirma: hoy cuenta con casi 50 vehículos y cientos de trofeos.

En la esquina de Dardo Rocha y Mitre, donde antiguamente había funcionado el Concejo Deliberante de esta ciudad bonaerense, el Museo es un atractivo turístico y posee grandes joyas del automovilismo. Entre ellas, la reconstrucción del Ford A (1929) con que debutó Fangio, la Chevrolet de 1939 con que compitió en el Gran Premio Buenos Aires-Caracas y la legendaria Flecha de Plata de Mercedes Benz, con la que el argentino logró los campeonatos mundiales de 1954 y 1955. “Un auto perfecto, del tipo que los pilotos soñamos durante toda la vida”, según dijo el Chueco.

Distribuido en seis niveles, el Museo Fangio sorprende también a los turistas con tesoros pertenecientes a otros competidores, como los Ford V8 de 1939 y 1940 utilizados por los hermanos Juan y Oscar Gálvez, el Ford Baufer F-100 de los hermanos Dante y Torcuato Emiliozzi, el Chevrolet TC de Juan Manuel Bordeu, el Brabham BT 36 con el que Carlos Reutemann se lanzó a nivel mundial y el patrimonio de Froilán González, el primer ganador con la escudería Ferrari en la F-1.

Con audioguías en diferentes idiomas para que pueda ser recorrido en su totalidad, este espacio presenta fotos, cartas, libros, medallas y recuerdos que le dieron forma a la carrera de Fangio. Desde el ingreso, el visitante se introduce en la vida deportiva de quíntuple campeón, gracias a los sistemas interactivos que señalan los momentos principales de su trayectoria exitosa.

Una rampa enorme en espiral lleva al público a los niveles donde están exhibidos los modelos que dejaron una huella en la carrera del Chueco. Cada año, alrededor de 100.000 personas recorren el Museo. Al principio, cuentan los organizadores, llegaban desde distintos lugares de la Costa Atlántica, sobre todo en verano. Ahora, reciben visitantes todo el año, y más aún los fines de semana largo. Se entiende: el Museo Fangio está a la altura de semejante leyenda.