Son opciones distintas. Quizás, únicas. Porque permiten recorrer lugares mágicos de la Argentina y disfrutar de viajes originales de principio a fin. Se trata de los trenes turísticos, esos que resistieron varias épocas y siguen atrapando a sus pasajeros.

Aquí, un repaso por cinco de ellos. Su historia, características, recorridos. Bienvenidos a bordo...

TREN A LAS NUBES

Es el de trayecto más extenso en el país y uno de los más altos del mundo. Sale de la capital salteña y atraviesa el valle de Lerma y la Quebrada del Toro. Luego de unas siete horas llega a San Antonio de los Cobres y el Viaducto La Polvorilla, a unos 4.200 metros de altitud. Con 49 años de historia, en el camino pasa por 29 puentes, 21 túneles, otros 13 viaductos, dos rulos y dos zigzags.

TREN DEL FIN DEL MUNDO

En el otro extremo de la Argentina, parte a ocho kilómetros de Ushuaia y se sumerge en el Parque Nacional Tierra del Fuego. Con coches calefaccionados y todo el confort, recorre 14 kilómetros entre ida y vuelta, por bosques, rí­os, montañas y valles donde se pueden apreciar follajes verdes en verano; amarillos, ocres y rojos de lengas y ñires en otoño; y blancos de nieve en el invierno.

TREN ECOLÓGICO DE LA SELVA

Con una formación propulsada a gas y de bajo impacto ambiental, recorre un sector del Parque Nacional Iguazú, en Misiones. Los turistas se trasladan en sus vagones a no más de 20 kilómetros por hora, hasta los principales puntos de ese paseo, como las estaciones Cataratas y Garganta, desde donde se accede a los circuitos Inferior y Superior y a la Garganta del Diablo.

LA TROCHITA

Impulsado por una máquina a vapor y cuyos vagones de madera tienen una salamandra a leña, realiza paseo sinuoso entre valles y mesetas de Chubut. Sale desde Esquel, hace una parada en Nahuel Pan y después de seis horas llega a la estación El Maitén. El trayecto final se realiza a más de 700 metros de altura, por las laderas rocosas del valle del arroyo Esquel, y conforma una postal imperdible durante los días de nieve.

 TREN DE LAS SIERRAS

Entre curvas, túneles y puentes, atraviesa los destinos que forman parte del Valle de Punilla, en Córdoba. Su primera parada es en el dique San Roque, donde los pasajeros pueden bajar y comprar dulces regionales. Después atravesar el arroyo Cosquín, trepa en La Cumbre a más de 1.100 metros de altura, llega a las localidades de Cruz Grande y Los Cocos, con sus hermosas residencias, y finaliza en Capilla del Monte, donde se disfruta de un almuerzo y una recorrida por los alrededores.