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La mirada se enfoca en el oeste de la provincia y encuentra la postal impactante de la Cordillera de los Andes. Cuando apunta hacia el este, contempla las planicies. Y al observar el sur, los ojos chocan con las mesetas, las sierras y los volcanes.

Mendoza ofrece una escenografía natural inmensa. Variada. Maravillosa. Se entiende, entonces, que sea uno de los destinos más visitados del país en cualquier época. Sobran las razones...

Hay una lista extensa de lugares para conocer en Mendoza. Eso sí, cinco son obligados en el ranking de visitas. Ahí está el Cañón del Atuel, en el departamento de San Rafael. Se trata de una profunda grieta de 42 kilómetros por la que corre el río que le da el nombre, con dos paisajes distintos. La zona alta es desértica y allí el río es un hilo de agua o está ausente entre paredones de cientos de metros con rocas multicolores o gran cantidad de geoformas. El otro extremo, en cambio, asoma tras un desnivel de unos 500 metros y allí el agua corre a pura fuerza. Un escenario ideal para el rafting.

Así como el Cañón del Atuel, el Puente del Inca es otro de los lugares imperdibles. En plena cordillera, esta formación geológica está suspendida a 27 metros de altura sobre el río Las Cuevas. De ella penden estalactitas y agujas de hielo, que conforma una postal coloreada de amarillo, por la recepción de azufre. Claro, el puente resguarda gran cantidad de vertientes naturales, por donde surgen aguas curativas de entre 34 y 38 grados.

Estas propiedades, precisamente, atraían a los incas. De ahí el nombre del puente, en cuya área hay rastros de un hotel lujoso que fue destruido por un alud en 1965.

La provincia aporta colores y, también, sabores. Es el caso de la Ruta del Vino, un camino que se divide en cuatro regiones: centro, este, sur y Valle de Uco. Mendoza, se sabe, es el principal productor de esta bebida en el país y una de las grandes capitales mundiales. En un decorado de montañas, diferentes bodegas abren sus puertas a los viajeros para explicar los secretos de la producción y ofrecer degustaciones de sus variedades.

En esta hoja de ruta turística, la Reserva Payunia también tiene su lugar asegurado. Claro, es el mayor parque volcánico del mundo. Su atractivo principal reside en las planicies extensas de lava con conos volcánicos. Los dos más altos son el Payún Liso y el Payún Matru, de los que deriva el nombre del lugar, con 3.838 metros y 3.715, respectivamente. Aquí, la fauna tiene más de 70 especies registradas. Las que más pueden avistarse son guanacos, armadillos, lagartijas y zorros.

La capital mendocina, en tanto, le pone el broche de cierre a este viaje. Y lo hace con sus calles arboladas y acequias. El recorrido permite conocer museos y paseos comerciales, y degustar su gastronomía. Lo mismo ocurre con su vida nocturna. Siempre, con la custodia de la cordillera y sus paisajes fascinantes.

CRECE LA OCUPACIÓN EN ZONAS DE LA MONTAÑA

El turismo en la provincia se reactiva poco a poco en esta provincia, y desde el sector se muestran expectantes de cara al verano. Según datos de la Cámara de Turismo de Mendoza, la ocupación en la ciudad alcanzó el 60% durante el último fin de semana, mientras que en la zona de montaña llegó a un 80%, lo cual resultó muy positivo ya que no se trata de un fin de semana especial.

"Se percibe una lenta recuperación de la actividad. Hay demanda y mayor interés de la gente por viajar, mayor nivel de consulta, de reserva y de ventas. Se nota un estado de optimismo en el sector en relación a la situación actual. Esperamos que dure este repunte, que se mantenga, y ya logremos una normalidad lo antes posible”, comentó Arturo González, presidente de la Cámara de Turismo.