Ahí, en uno de los stands de la Feria Internacional de Turismo (FIT), el gobernador riojano Ricardo Quintela dio a conocer uno de los anuncios más esperados de la provincia: el regreso de la fiesta de La Chaya en formato presencial.

Será del 10 al 14 de febrero próximo, con la presencia de figuras nacionales destacadas. Como anticipo, hubo un espectáculo en el evento que por estos días se lleva a cabo en el predio de La Rural.

"Queremos que el mundo entero sepa cómo festejamos el carnaval en La Rioja", expresó Quintela al presentar esta celebración en la FIT 2021. "Al turista de todos los rincones le proponemos el amor y la vocación de servicio de nuestra gente. Trabajamos para visibilizar todo lo que hacen las y los riojanos. Es muy importante que promocionemos a nuestro país, que tiene todas las maravillas que el mundo puede ofrecer", agregó el gobernador en su mensaje.

El cantante Sergio Galleguillo, considerado embajador de festival que distingue a La Rioja, tuvo a su cargo un espectáculo para el público que asistió a la FIT en La Rural. Además, se supo que Luciano Pereyra, Abel Pintos, Jorge Rojas, Los Palmeras y Soledad Pastorutti, entre otros artistas, estarán en el escenario de La Chaya. Un detalle a tener en cuenta: para ingresar a la fiesta "será necesario el pase sanitario que acredite la vacunación contra el coronavirus", según explicó Quintela.

En ese sentido, la secretaria de Turismo de la Nación, Yanina Martínez, señaló: "El plan de vacunación nos permite hoy estar compartiendo estos momentos y poder ir avanzando hacia la recuperación de la actividad turísticas, una de las industrias que más ha sido golpeada". El evento será transmitido a través de Canal 9 de La Rioja, la TV Pública, la plataforma Late Play y las redes sociales de La Chaya 

UNA CELEBRACIÓN LEGENDARIA

Cuenta la leyenda que Chaya era una muy bella jovencita india, que se enamoró perdidamente del Pujllay, joven alegre, pícaro y mujeriego que ignoró los requerimientos amorosos de la indiecita. Fue así como ella, al no ser debidamente correspondida, se internó en el monte a llorar sus penas y desventuras amorosas, desapareciendo en él para siempre. Desde entonces, suele retornar anualmente, hacia mediado del verano, del brazo de la Diosa Luna (Quilla), en forma de rocío o fina lluvia.

En tanto Pujllay, sabiéndose culpable de la desaparición de la joven india, sintió remordimiento y procedió a buscarla por todo el monte de manera infructuosa. Tiempo después, enterado el joven del regreso de la joven a la tribu con la luna de febrero, volvió también al lugar para continuar la búsqueda. Pero fue inútil. Allí, la gente festejaba la anhelada cosecha, y lo recibía con muecas de alegría; él, por su parte, entre la algarabía de los circunstantes, prosiguió la búsqueda y la indagación con profunda desesperación y resultados siempre negativos.

Por ello, derrotado, terminó ahogando en chicha su soledad y su pasada fama de Don Juan. Hasta que estuvo muy ebrio, cayó en un fogón y murió quemado. Desde ese entonces, "Chaya" viene en febrero año a año a apagar el fuego de "Pujllay"; y cada año aparece el Pujllay y muere al terminar el festejo, y se lo entierra hasta el año que viene.