Escenarios únicos de mar y ríos rebosan el paisaje de la provincia de Buenos Aires. Entre esas postales se celebran formidables fiestas: hay más de 1.000 eventos anuales en los 135 municipios bonaerenses. En vacaciones de invierno

cobran protagonismo festividades decoradas de colores y sabores, desde el norte en San Pedro hasta el partido de La Costa en el Atlántico.

Un cítrico que maravilla a la Provincia

En la vera del Río Paraná se respira un aire con aroma a naranjas; es la ciudad de San Pedro que presenta su fruto emblemático. Desde 1750, de la mano de los franciscanos, comenzó la vida de la fruticultura en la región. Luego se le incorporaron técnicas aportadas por inmigrantes europeos que llegaron con la primera guerra mundial.

Actualmente, un gran número de establecimientos se dedican a la producción de este manjar y fortalecen la actividad como referente regional. El próximo 22 y 23 de julio, San Pedro celebrará la Fiesta Provincial de la Naranja de Ombligo, en homenaje a esta fruta que lo identifica.

“Buscamos promover el valor de nuestros cítricos y resaltar la riqueza cultural y turística de nuestro destino”, afirmó Mariela López, secretaria de Turismo y Cultura. Números artísticos de música y danza para todas las edades, feria gastronómica con variedad de platos, puestos de información turística y talleres interactivos que permitirán conocer de cerca todos los atractivos del pago, son las principales propuestas del evento.

La especialidad con muchos sabores en la Costa

Tiene siglos de historia. El alfajor, un manjar asombroso y con una esencia única ocupa un lugar extraordinario en la cultura alimentaria argentina. Este dulce es mucho más que una golosina y simboliza varios de los componentes de la gastronomía nacional y, por supuesto, provincial.

En vacaciones de invierno, los alfajores serán las estrellas del Partido de La Costa. La Fiesta del Alfajor Costero, con más de 70 productores locales, invitará a degustar cada una de estas delicias los días 21 y 22 de julio, a partir de las 13, en Santa Teresita.

“Somos una empresa familiar con 30 años de antigüedad. Abrimos durante las cuatro estaciones y tenemos más de treinta sabores de alfajores artesanales entre los que se destacan el chocolate y dulce de leche, los frutales, el de coco con dulce de leche, el de frambuesa con chocolate, el de pasas al rhum y el delicioso borrachito”, contó José Fernández, productor de Aljomar.

Según Sandra Alba, propietaria de la fábrica Esturión de la localidad de San Bernardo, el secreto del alfajor costero se funda en tres bases: una buena tapa artesanal, una virtuosa cobertura y abundante relleno. “Nuestro alfajor de merengue se baña a mano con un cuchillo y es necesario tener mucha experiencia para que salga perfecto. Luego lo metemos en el horno para el secado y lo envolvemos”, detalló.

Cada jornada de esta gran celebración incluirá degustaciones, feria gastronómica, de emprendimientos y artesanías; espectáculos con artistas locales; juegos, circo e inflables para las infancias, cocina en vivo y el momento más esperado: la elaboración del clásico ¡alfajor gigante!