La versión “larga” del compacto italiano llega al país como una alternativa familiar. Motor naftero Fire 1.4 de 95 CV, caja manual de sexta, gran nivel de equipamiento.
La nueva generación del Fiat 500 se ha posicionado en los diferentes mercados en los cuales compite como un verdadero éxito. Pero la marca italiana espera mucho más de este “simpático” compacto. Por eso ha diseñado una familia amplia en la que aparecen otras siluetas, incluyendo una versión SUV, denominada 500X, que todavía está en etapa de prototipo.
Pero sí está disponible la opción “familiar”, el 500L que fue recientemente presentado en nuestro país. Llega en versión Pop Star, con motor naftero Fire 1.4 de 95 CV y caja manual de sexta. Bien equipado, dispone de: seis airbags; ABS con EBD; control de estabilidad y tracción, faros antiniebla con función “cornering”, anclajes Isofix y el sistema City Brake Control (frena automáticamente cuando detecta obstáculos frente al vehículo cuando el conductor no actúa para evitarlos a velocidades inferiores a 30 km/h). Suma, volante regulable en altura y profundidad, dirección electrónica, climatizador automático, control de velocidad crucero, sensores de lluvia y crepuscular, asiento del conductor regulable en altura y regulación lumbar eléctrica, y sistema de audio con pantalla táctil, Bluetooth y entradas USB y auxiliar.
Mide 4.147 mm de largo, 1.784 mm de ancho, y 1.665 mm de alto, con una distancia entre ejes de 2.612 mm que determina un amplio interior y un baúl de 343 litros de capacidad, volumen que se puede modificar gracias a la modularidad de la que dispone.