Después de haber sido suspendido en 2020 por las restricciones que impuso la pandemia de coronavirus, Puerto Madryn volvió a ser escenario de su Vía Crucis Submarino. Único en el mundo, el evento tuvo lugar el Viernes
Santo con protocolos y distanciamiento social: las cantidades de buzos, kayakistas, norkelistas y nadadores fueron reducidas en esta edición, pero más de 100 personas estuvieron en el agua para transitar las últimas estaciones de la procesión. También hubo límites en la cantidad de público permitido en el muelle.
El Vía Crucis comenzó en la Iglesia Sagrado Corazón de Jesús, donde se simuló el Monte de los Olivos antes de iniciar la Pasión de Cristo. A su vez, contó con la participación de la comunidad a través de la personificación de personajes clave en la historia de este momento cristiano. Así, recorrieron cada una de las estaciones hasta culminar la etapa terrestre en el sector de la playa lindera al Muelle Piedra Buena.
Luego, el momento submarino empezó con la llegada de la cruz luminosa al muelle Luis Piedra Buena, en el que se llevó a cabo la etapa acuática de este singular Vía Crucis, único en el mundo.
Allí, gran cantidad de público -con protocolos a cargo de Prefectura Naval Argentina- esperaba el ingreso de la guindola al agua para realizar esta última etapa con un marco imponente. Nadadores, snorkelistas y un selecto grupo de buceadores tuvieron la especial tarea del traslado de la cruz iluminada por el fondo del mar. Allí, realizaron las tres estaciones restantes y emergieron a la playa, donde los esperaba el público con sus tulipas encendidas y el Coro Municipal de Puerto Madryn, que cerró la ceremonia de resurrección de Cristo.
En este contexto, a los momentos de reflexión que imponían las estaciones de la procesión del Via Crucis, se sumaron instantes de reconocimiento para los trabajadores del mar, el turismo, la pesca y el personal de la salud.
"Fue un evento muy emotivo desde lo religioso, pero también desde todo lo que genera en la ciudad. Sumado a la Copa Ballenas y la Feria de los Pescadores, configuraron un fin de semana que también acompañó con muy buen nivel de ocupación. Estamos muy contentos, felices por reeditar este evento que el año pasado no pudimos realizar", consideró Marcos Grosso, secretario de Turismo de Puerto Madryn.
El Vía Crucis Submarino comenzó a realizarse en la ciudad a comienzos del nuevo siglo, en el año 2000. Con algunas ediciones suspendidas, los últimos años se llevó a cabo de forma ininterrumpida con la bendición del Papa Francisco. De la misma manera, se llevaron adelante las acciones correspondientes para obtener la bendición del Vaticano para que el único Vía Crucis Submarino del mundo cuente con este reconocimiento papal, posicionándolo como uno de los eventos religiosos más originales y conocidos en el mundo.
Organizado por la Municipalidad de Puerto Madryn, a través de la Secretaría de Turismo, la Asociación Operadoras de Buceo, la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús junto al resto de las capillas de la ciudad, y la colaboración del Ente Mixto de Promoción Turística, Prefectura Naval Argentina y Administración Portuaria Puerto Madryn.