Andes Mágicos. Ese es el título de una docuserie que este mes estrenó su segunda temporada en Netflix. Son seis nuevos capítulos con un recorrido desde la Argentina hasta Colombia con un punto en común: la

Cordillera de los Andes. Un viaje maravilloso entre pueblos de montaña y las historias de sus habitantes. Y el cuarto capítulo está dedicado a un destino patagónico: Villa Pehuenia. El lugar que combina montañas, lagos, bosques y playa.

"Si debo ser sincero, llegamos a Pehuenia buscando lo más hermoso de la Cordillera de los Andes en su extensión. Nuestro equipo de producción encontró este sitio mágico y un tesoro que conocíamos de nombre. Cuando lo vimos, descubrimos que valía la pena mostrarlo”, comentó Luis Ara, fundador y director de Trailer Films, la productora uruguaya a cargo del proyecto.

La primera temporada de la docuserie, en 2019, había exhibido a los Andes con su belleza y variedad de climas que se reflejan en los pueblos que la habitan. La cantidad de reproducciones en la plataforma dejó en claro que debía realizarse una nueva temporada. Sin embargo, la pandemia de coronavirus complicó los planes. De ahí que la productora uruguaya a cargo del proyecto decidió sumar a tres amigos profesionales de la realización audiovisual: Agnese Boaretto, Rocío Diez y Javier Témoli, egresados de la carrera de cinematografía y nuevos medios del IUPA y fundadores de la productora neuquina Frater.

¿Qué les impactó de Villa Pehuenia durante las filmaciones? Sobre todo, la ruta que conecta Pino Hachado, repleta de nieve y pehuenes. "Tenía que ver con lo que estábamos contando, un poco las dificultades de vivir en la cordillera y, por otra parte, lo hermoso del paisaje. Además de la fuerza de la historia de Lili Puel, la criancera mapuche que cría animales allí, con esas temperatura y su sacrificio”, expresó Agnese Boaretto en diálogo con el Diario de Río Negro.

La criancera Liliana Puel, cuenta en Andes Mágicos, tiene sus raíces en la cordillera. Y en esa villa patagónica, rodeada de lagos y volcanes, se dedica a la cría de animales tal como lo hicieron su mamá, sus abuelos y todos sus antepasados mapuches. Su vida transcurre entre bosques milenarios, con la compañía fiel de Moreno, su caballo.

Por esta razón, el equipo de esta docuserie decidió recorrer bosques increíbles en busca de pehuenes y mostrar las imágenes imponentes del lago Aluminé. Entre otras cosas, tomó fotos nocturnas gracias a la poca contaminación lumínica. Y en definitiva, redescubrió un lugar hermoso y dominado por la naturaleza.