Mar, médanos, sol, bosques... La Costa Atlántica es uno de los destinos más elegidos por los argentinos en el momento de planificar sus vacaciones. Se debe a que ofrece alternativas para todos los gustos y edades. Gran parte de los balnearios recibe un
aluvión de turistas en el verano. Sin embargo, también existen playas menos concurridas, ideales para desconectar la mente. Aquí, cinco recomendaciones.
1. LOS ÁNGELES. Ubicado a 30 kilómetros al sur de Necochea, sólo se puede acceder por camino de tierra. Además, los turistas observarán allí un capricho criollo pocas veces visto: el campo se une con el mar, por lo que es común contemplar el paso de vacas y caballos por las dunas. La playa es amplia y una pequeña bahía separa el sector del balneario de uno de rocas, donde se destaca La Cueva del Tigre, un refugio natural que la fuerza del mar erosionó y fue usado como escondite por el Tigre del Quequén, un legendario bandido rural.
2. RETA. Agreste y único en la costa bonaerense, resulta un destino ideal para quienes buscan alejarse del ruido y estar cerca de la naturaleza. Lleva el nombre de Martín Reta, que lo fundó hace casi un siglo y buscaba convertirlo en un centro turístico. Situado en el partido de Tres Arroyos, posee playas muy amplias de arena suave y fina. Una de sus principales actividades es la pesca deportiva desde la costa. Dato a tener en cuenta: la señal de celular es poca o en algunos casos es muy difícil lograr acceder a ella.
3. MAR DE COBO. Dentro del partido de Mar de Chiquia, sus playas son grandes y limpias, por lo que resultan perfecta para caminar o andar en bicicleta. Es el lugar vacacional familiar por excelencia: sin conflictos, sin riesgos y con gran espacio para disfrutar. Otro de sus principales atractivos es la arboleda en imponente, con álamos, pinos, olmos, cipreses y lambercias. Las calles tienen un particular trazado ya que forman semicírculos que comienzan y terminan en la avenida de acceso «Manuel Cobo», que conduce al mar.
4. LA CHIQUTA. Se la conoce como la playa más solitaria de Buenos Aires y asoma en el meridional Partido de Villarino, en la entrada a la Patagonia. ¿Cómo se accede? Por Ruta Nacional 3, hasta la altura de la localidad de Hilario Ascasubi (Km. 793); aquí hay que tomar un camino de tierra consolidado de 70 kilómetros que atraviesa un salitral y desemboca en esta playa desolada, de gran impacto visual. Los pocos que llegan, eligen caminar por la costa, interminable. Por la noche el haz de luz de un Faro a unos kilómetros al norte de la playa genera una visión soñada.
5. POCITOS. Luego de atravesar el río Colorado, y siguiendo por la Ruta Nacional 3, se ingresa a la Patagonia bonaerense, un territorio con los mismos atractivos naturales que presenta la región más al sur. En el kilómetro 918 (Partido de Patagones), se accede a un camino consolidado de 30 kilómetros que lleva a esta localidad de apenas 40 habitantes. Sus aguas cristalinas poseen las mejores ostras de la costa argentina. El detalle de esta playa es a coloración del agua, de un tono verdoso turquesa que salpica a una pequeña bahía con arena calcárea blanca. La imagen, sin dudas, remite a la escenografía del caribe.