Fruto del deshielo, las aguas de Cacheuta recorren la ladera de la montaña cargándose de los minerales que, luego se transforman en beneficios para los bañistas que gozan del entorno único.
La Cordillera de Los Andes, marca el ritmo en Mendoza. Esos centinelas inmoviles, marcados por el blanco brilante de las nieves eternas, miran desde su posición, el devenir mesurado de quienes recorren las sendas que los circundan, paisajes maravillosos, magnéticos e indescifrables. En ese entorno colorido, eléctrico, sin tiempo, todo se hace con tranquilidad. Por eso, es difícil de comparar el relax que puede lograrse en ese hábitat si, además, se lo busca en un centro termal.
A 38 kilómetros de la ciudad de Mendoza, a orillas del río Mendoza, el Parque de Agua Termas Cacheuta, ofrece una gama de servicios completos. Cuenta, con diferentes piscinas a distinta temperatura y con instalaciones para hacer picnic, que permiten disfrutarlo durante todo el año.
Como si se tratara de una continuación del paisaje mendocino, un conjunto de piletones de piedras, se complementan con modernas técnicas y equipamientos de hidroterapia, para aprovechar al máximo, las propiedades de las aguas termales y, logicamente, la Naturaleza.
Un día completo en Termas Cacheuta, desde las 10 hs. hasta las 18:30 hs., ofrece un circuito termal orientado al bienestar, buscando relax, vitalidad y salud. Supervisado, por personal especializado en terapia Hidrotermal, especialidad que forma parte de la medicina moderna complementaria, nombrada como Hidrología Médica por la OMS (Organización Mundial de la Salud).
Las agua de Termas Cacheuta, provienen de deshielos, se infiltra a grandes profundidades, donde toma altas temperaturas y choca con la roca granítica de Cacheuta, haciendo que se eleve nuevamente, hacia la superficie. Oscilan entre 35°C a 50°C en los distintos manantiales. Su altísima temperatura, disuelve y absorbe, los minerales que encuentra en su camino, siendo intensamente mineralizadas. Son alcalinas bicarbonatadas, sulfatadas cálcicas, cloruradas sódicas, hipotónicas y de mineralización media. Sus características son únicas en Argentina.
Por eso, las sales absorbida en los baños, se difunden rápidamente por el organismo, demostrando su eficacia, a la hora de prevenir o tratar dolencias físicas y psico-emocionales (estrés, ansiedad, depresión). En tal sentido, han demostrado grandes beneficios en los tratamientos de afecciones músculo-esqueléticas, sistema respiratorio, dolencias de la piel, traumatismos y lesiones deportivas, estrés como generador de infinitas dolencias. No obstante, no son recomendadas para mujeres embarazadas y niños menores de 14 años.
También, es necesario considerar otras opciones en Mendoza. Entre ellas, destacamos el que aparece en una localidad cercana a la capital mendocina, en el paraje de El Challao: una posada con baños termales, provenientes de fuentes de alto contenido sulfuroso, además de sodio y magnesio. Son adecuadas para trastornos digestivos, de la piel y afecciones óseas y musculares, aunque la propuesta es disfrutar del relax y la serenidad del lugar, sin tener que acudir por una afección determinada, es decir, disfrutar en salud.
Más al sur, en la localidad de Los Molles, Malargüe, se encuentra el complejo termal Lahuen Co, en plena cordillera de los Andes a 1.900 metros de altura sobre el nivel del mar. Se trata, de un típico hotel de montaña con una trayectoria de 60 años, brindando servicios tanto terapéuticos como de spa y relax. Ofrece piletones anexos al hotel, con aguas de alto contenido sulfuroso y ferroso, a temperaturas que van desde los 38 hasta los 48 grados. Están abiertas todo el año, con acceso dentro de las posibilidades climáticas. A pocos kilómetros de allí, también se puede acceder, a dos centros termales a cielo abierto, con aguas de propiedades múltiples similares a las de Los Molles: Termas del Azufre y Termas del Cajón Grande, ambas enclavadas en la montaña, en medios de bellísimos paisajes de arroyos y cumbres nevadas.