Un menú diverso con opciones de circuitos para navegar en botes y disfrutar del contacto directo con la naturaleza, los deportes náuticos y la belleza de los atardeceres suelen ofrecer los espejos de agua. Aquí, allá, en todas partes. Ese es el caso
de las lagunas Alsina, Cochicó, del Monte y Venado, ubicadas en el partido de Guaminí, donde forman parte de las Encadenadas del Oeste.
Se trata de un destino totalmente agroecológico donde la naturaleza muestra su esplendor. Salir a caminar o pasear en bici recarga de un aire diferente al cuerpo y habilita un descanso pleno. Los productos gastronómicos locales ponen de relieve sabores y calidad nutricional. "Cochicó se presta para una muy buena pesca todo el año, en la que se destacan los grandes pejerreyes y paseos embarcados para distintas edades y vivencias. En la actualidad, tenemos un proyecto avanzado sobre avistajes de aves en la isla de los pájaros que va a ser muy novedoso”, cuenta Dante Latigan, guía de pesca de la zona.
En ese contexto, Guaminí pasó de tener 100 hectáreas cultivadas sin agroquímicos ni transgénicos en 2014, a 5.000 hectáreas en la actualidad. El municipio reguló la fumigación con tóxicos en las áreas pobladas para implementar este modelo que fomenta el cuidado de la salud y el medio ambiente. La isla La Sistina, en medio del espejo lacustre del Monte, propone contemplar uno de los mejores atardeceres de la Provincia, avistar una gran diversidad de aves, fauna autóctona y exótica; y descubrir la estancia construida en el lugar.
Desconexión camino al mar
Sobre la Autovía 2, las bondades naturales de Chascomús transportan a las personas hacia un estado de relajación y contacto con las emociones primarias. Su laguna, la más grande de las Encadenadas del Río Salado con 3.000 hectáreas de superficie, es un elemento distintivo de la ecoregión pampeana, ideal para la pesca de pejerrey y tararira.
El paisaje típico del pastizal y humedales funciona como control de inundaciones, reposición de aguas subterráneas, estabilización de costas, retención y exportación de sedimentos y nutrientes, depuración de las aguas y reservorio de biodiversidad. La gran cantidad de vegetación acuática favorece la presencia de una rica avifauna como gallaretas, cisnes de cuello negro, garzas y tantas otras que se alimentan de los peces.
“El Muelle de Pescadores es el punto de partida. Desde el medio de la laguna podemos observar vistas increíbles de la ciudad, de su costa, su flora y su fauna, y mientras navegamos nos acompaña un cortejo de maravillosas gaviotas que posan para las fotos”, relata Juan Merlo, integrante de la única empresa habilitada para los paseos en lancha.
La embarcación tiene capacidad para cinco personas y está equipada con ecosonda, radio vhf, handies, toldilla parasol y salvavidas reglamentarios.
Los atardeceres quedarán grabados en las retinas de quienes se acerquen a este destino turístico bonaerense porque son una de las marcas registradas de la provincia.