La provincia puntana suma dos importantes opciones en el mapa termal nacional, ambas a pocos kilómetros de la ciudad capital. Una laguna de agua salubre; otra, una vertiente natural.
La provincia de San Luis, ofrece la posibilidad de acceder a un circuito original, donde la belleza escénica de las salinas, se complementa con las propiedades relajantes y curativas del termalismo. Esta afirmación, encuentra su referencia específica en las salinas del Bebedero, laguna de aguas salubres, que en épocas invernales se convierte en un deslumbrante desierto blanco; y en la localidad de Balde (ubicada a 32 kilómetros de la ciudad de San Luis sobre la Ruta Nacional 7), caracterizada por sus excelentes aguas termales, beneficiosas para el tratamiento de malestares reumáticos y enfermedades de la nutrición.
Balde, es una pequeña población puntana de gran afluencia turística, debido a sus aguas termales, que poseen la propiedad terapéutica, de aliviar o paliar distintas manifestaciones de reumatismo, obesidad, diabetes, gota, dermatitis, entre otras. El pozo termal, está en funcionamiento desde 1938 y sus aguas alcalinas, cloruradas, bicarbonatadas y sulfatadas, emergen de una amplia meseta subterránea, alcanzando una temperatura de 43º C. Su clima cálido y seco, posibilita el perfecto aprovechamiento de las termas durante todo el año, en el complejo termal que también cuenta con spa.
San Jerónimo
Este centro termal no es de los más conocidos. Sin embargo, sus aguas termales han adquirido renombre, por sus excelentes propiedades terapéuticas. A 27 kilómetros de la ciudad de San Luis sobre la Ruta Nacional 147, las Termas de San Gerónimo nacen de una vertiente de 451 metros de profundidad y a una temperatura de 39 ºC, siendo altamente recomendables, por sus acciones terapéuticas tónicas, reconstituyentes y vitalizantes.
Esta vertiente, ha apurado el establecimiento de una localidad, en la que se erige una hostería bien preparada, para recibir al viajero.