Tiene una dosis de conexión interior. Otra de relax en los atardeceres frente al Cerro Piltriquitrón. Y el toque justo de adrenalina, gastronomía y cerveza artesanal. Así se entiende por qué miles de viajeros eligen llegar
a El Bolsón año tras año. Esta villa de montaña, ubicada en la cordillera rionegrina, a sólo 120 kilómetros de San Carlos de Bariloche, late a un ritmo tranquilo y ofrece la posibilidad de combinar varias actividades en un mismo destino.
El Bolsón asoma como un lugar perfecto para quienes prefieran hacer trekking o senderismo por sus valles o bosques. Claro, la escenografía natural es imperdible. Única. Y las opciones al aire libre no se terminan ahí. Existen muchas más. Los amantes de la adrenalina, por ejemplo, pueden volar los cielos azules en parapente, ponerle el cuerpo al rafting en el río Azul y hasta tocar la copa de los árboles con sus dedos en un canopy vertiginoso.
Para los más aventureros, El Bolsón ofrece un recorrido por la red de refugios de montaña más grande de América Latina. En el caso de los turistas que buscan desconectarse de la vida diaria, bajar tensiones y disfrutar de la naturaleza, hay un plan que no falla en esta ciudad rionegrina. ¿Cuál? Tomar unos mates a la orilla del río Azul, con sus aguas cristalinas y su vegetación autóctona. Un placer inolvidable.
El bienestar y los paisajes de El Bolsón son una dupla perfecta. La combinación soñada a la hora de planificar un viaje por el sur de la Argentina. Quienes buscan recargar sus energías, relajarse y conectarse con su interior, tienen una variedad amplia de experiencias. Desde un baño de gong, hasta una clase de yoga, pasando por meditación, masajes holístico y tailandés, tai chi chuan, flexología, reiki, terapia floral y acupuntura.
La ciudad lleva varias semanas con la totalidad de sus servicios habilitados y haciendo uso de todos los protocolos vigentes. Por eso, pudo abrir su centro de esquí, el Cerro Perito Moreno. Si bien fue sólo para público local, este avance sumado a la apertura de los espacios gastronómicos, permitió una buena práctica de protocolos y cuidados, que buscan garantizar un destino seguro de cara a las próximas vacaciones de verano.
La cerveza artesanal es otro de los fuertes de El Bolsón Allí nació en 1984 la primer cervecería artesanal del país. Hoy son más de 15, y muchas de ellas usan el lúpulo local para elaborar sus productos. A eso se suma el crecimiento de la oferta gastronómica. Todo esto confluye, en definitiva, en un destino donde la música domina cada esquina y el sabor del lúpulo puede saborearse a cada momento.