Sólo hay que recorrer 40 kilómetros desde la capital de San Luis para llegar a este paraíso. La caminata por sus calles devuelve silencio y naturaleza. Se ven sierras y ríos, y puede disfrutarse de un sol cálido. Y a ese decorado
se le agregan diferentes propuestas, como las excursiones a caballo, los paseos en bicicleta y los asadores. El Trapiche es, en efecto, un refugio para visitar este verano y desconectarse de la agenda diaria.
El Río Trapiche, junto con el Río Grande, desembocan en el embalse La Florida. Concluido en 1953, este dique está en la entrada del pueblo y es un lugar encantador para los amantes de la náutica, el buceo y la pesca; estos deportes se practican en los dos murallones que contienen sus aguas.
El margen sur, por su parte, se caracteriza por ser una zona recreativa, donde el viajero encontrará campings, casas de veraneo y el Club Náutico y de Pesca. El acceso se realiza a través de dicho establecimiento. Al llegar al murallón hay una playa improvisada en el Mirador Cerrito Blanco, donde los visitantes pueden llegar al embalse de forma libre y gratuita.
En tanto, el margen norte preserva su paisaje natural, que presenta abundante monte serrano. Desde allí se observa el ingreso del Río Grande al embalse y el sector noroeste del dique, que es el más importante y de mayor altura.
Por otro lado, la Reserva Florofaunística invita a entrar en contacto con la naturaleza y disfrutar de una infraestructura de alto nivel para el turista, con bungalows, zonas de camping, clubes y servicios de calidad. Esta reserva consiste en un paraje educativo de 340 hectáreas, cuya belleza puede admirarse desde la costa del dique-embalse La Florida. Aquí se pueden conocer vegetales como caldenes, molles, talas, chañares, espinillos, breas y algarrobos blancos y negros. Entre los animales, es posible avistar pumas, jabalíes, guanacos, lagartos, vizcachas, zorros, ñandúes, quirquinchos, ciervos, nutrias, aves acuáticas, serpientes y muchas especies más.
Los caminos turísticos llevan a otros atractivos de El Trapiche, como el circuito religioso, los miradores, la Estación de Piscicultura y los monumentos históricos. Una propuesta ideal para aliviar tensiones entre las sierras y recargar energía.