Allá por 1823, hace casi 200 años, empezó a construirse lo que hoy se conoce como Fuerte Independencia. Allí, se fundó la ciudad de Tandil, que en indígena significa 'Piedra que Late'. Y lo cierto es que este destino mantiene un pulso relajado,

en medio del campo y la postal serrana. Además se destaca como un polo de elaboración de productos de alta calidad, como sus quesos y chacinados, que vale la pena degustar.

A unos 350 kilómetros de Buenos Aires y a 150 de Mar del Plata, Tandil es la combinación justa de gastronomía exquisita, servicios de alto nivel, propuestas de tendencia y entretenimiento natural. Cuenta Bruno Cerone, representante del Ente Mixto de la ciudad: "La gente encuentra acá el placer de descubrir un lugar donde conviven todos los ingredientes para pasarla bien. Hacer una actividad recreativa en las sierras que no lleve demasiado esfuerzo físico, como cabalgatas y caminatas por los cerros, no implica más de una hora y media".

Con alrededor de 150.000 habitantes, Tandil ofrece un ritmo tranquilo en lo cotidiano, como cualquier lugar del interior del país, pero también brinda las comodidades de una ciudad grande que funciona todo el año. Así, existen decenas de alternativas en su propuesta de hoteles y cabañas, tantas como las que el turistas requiera para su estadía. La mayoría de los complejos tiene pileta climatizada, spa, servicios de gastronomía, desayunos especiales y actividades para niños.

De todos modos, vivir unos días en una cabaña permite conectarse aún más con la naturaleza de Tandil y dormir contemplando las sierras. Mientras que en el invierno se le puede sumar una copa de vino al lado del fuego, en primavera y verano se puede disfrutar de una cena bajo las estrellas.

Algo para destacar es “la” especialidad que se sirven en muchas mesas de sus restaurantes y bares: las picadas. Con una larga experiencia en la fabricación de fiambres y quesos, la ciudad cumple este año una década de la Denominación de Origen Salame de Tandil y trabaja con orgullo en la conformación del Cluster quesero, del cual participan algunos de los mejores productos que hoy se consiguen en el mercado. "Tenemos muy buenos chacinados porque recibimos mucha inmigración europea y eso se trasladó a nuestro lugar e hizo que se mantengan las costumbres gastronómicas de esos gringos", señala Berone.

Este destino, en definitiva, está siempre relacionado con el aire puro, las sierras, la tranquilidad y la gastronomía. Y eso hace que sea uno de los más elegidos en la provincia de Buenos Aires.

ALTOS NIVELES DE OCUPACIÓN

El director de Turismo de Tandil, Rodrigo González Inza, destacó los "históricos niveles de ocupación" durante los fines de semana en la ciudad, que rondan entre el 90 y el 95% de sus 8.000 camas disponibles, con un público en el que predominan familias que buscan este destino para turismo de cercanía.

"Después de las vacaciones de invierno no ha parado el movimiento de viajeros, con niveles de ocupación históricos", indicó el funcionario en declaraciones a Télam Radio. Una de las razones de este boom turístico de la ciudad lo adjudicó al buen trabajo en los protocolos, que "se hicieron de manera muy ordenada y el sector turístico ha cumplido a rajatabla".