Con cambios en diseño y mecánicos, llegan a nuestro país las versiones actualizadas. En el caso del mediano, los ajustes son pocos. El SUV incorpora un nuevo motor.
Ambos modelos han recibido ajustes. En el caso del Fulwin, los retoques afectan a ambas siluetas (hatchback de cinco puertas y sedán) en los que se advierte especialmente un cambio importante en la trompa. En el interior se incorporó un panel de instrumentos más atractivo y moderno aunque no se modificaron las características generales. Por ejemplo, la capacidad de baúl se mantiene inalterada: 300 dm3 el dos volúmenes y 450 dm3, la variante tricuerpo. Tampoco cambia el equipamiento: alzacristales eléctricos en las cuatro puertas, apertura de baúl a distancia, llantas de aleación de 15”, dirección asistida, radio AM/FM con lector de CD/MP3 y entada USB, sistema de frenos ABS con EBD (distribución electrónica) y airbags frontales, entre otros.
Utilizan el mismo propulsor naftero 1.5 de 107 CV y una caja manual de quinta.
En cuanto a la Tiggo, el cambio más importante aparece en la incorporación de un nuevo motor. Se trata de un Acteco 1.6 de cuatro cilindros en línea y tapa de 16 válvulas, con doble árbol de levas a la cabeza y sistema DVVT (doble distribución variable de válvulas) que entrega 125 CV.
Se ofrece con transmisión manual de cinco marchas y tracción 4x2.