Vuelve un modelo que dejó buenos recuerdos entres los usuarios de sedanes compactos. Se ubica entre Vento y Voyage y se ofrece en una sola versión con motor naftero 1.6 de 105 CV.
Llega desde la India para ocupar el puesto que dejó vacante el Bora, aunque lo hace desde otro lugar: el nuevo Polo es un sedan del segmento B (compactos), mientras que el Bora participa en el C (medianos).
Toma la historia del vehículo del mismo nombre que fuera producido en la década de 1990 en la planta de General Pacheco, modelo que compartía plataforma y línea con su hermano español, el Seat Córdoba, y que dejó buenos recuerdos entre los usuarios de sedanes compactos.
El nuevo VW Polo mide 4.384 mm de largo, 1.699 mm de ancho y 1.460 mm de altura, dispone de una distancia entre ejes de 2.552 mm, calza llantas de aleación de 15 pulgadas y cuenta con retrovisores exteriores regulables electrónicamente y con luz de giro incorporada.
Se vende en una sola versión de equipamiento, Comfortline, cuya dotación dispone de: asientos delanteros con ajuste de altura, volante multifunción forrado con cuero y regulable en altura y profundidad, asiento trasero bipartido abatible, climatizador automático “Climatronic”, computadora de a bordo, cierre centralizado con comando a distancia, control de velocidad crucero y levantavidrios eléctricos en las cuatro puertas, etc. Para sumar accesorios se ofrece una larga lista de opcionales. En seguridad suma ABS y doble airbag, anclajes Isofix, faros antiniebla y cinturones inerciales.
Utiliza un motor naftero 1.6 con tapa de 16 válvulas que entrega 105 CV, que trabaja con una caja manual de 5 velocidades o automática Tiptronic de 6 marchas.