Seis palabras. Un cartel. Y una distinción que Entre Ríos muestra con orgullo: Capital Nacional de los Circuitos Termales. Claro, es un ícono en el turismo de bienestar y marca el camino desde hace largo tiempo. De hecho, 14 localidades cuenta con 16

centros que alojan más de 125 piscinas. Cada lugar presenta una oferta amplia de tratamientos y propuestas complementarias. Aquí, un recorrido por tres complejos.

 TERMAS DE COLÓN

A pocos más de un kilómetro del centro de la ciudad, frente a la playa que bordea el río Uruguay y escoltado por la reserva natural Río de Los Pájaros, el predio cuenta con 13 piscinas termales que van desde los 32 a los 40 grados, con sectores destinados a hidromasajes. Sus aguas provienen del Acuífero Guaraní, afloran desde 720 metros de profundidad y son mineralizadas, bicarbonatadas, sódicas, cálcicas. Además del aporte a la relajación general que generan en las personas, ayudan a calmar afecciones reumáticas y respiratorias, y a mejorar la textura de la piel.

Cerca de las piletas tradicionales con aguas termales, hay otras tres con toboganes, incluyendo un doble rulo de casi diez metros de altura. El complejo posee también un parque amplio y espacios verdes con árboles nativos que albergan numerosas especies de aves. Año tras año, hombres y mujeres, parejas y familias, encuentran en este complejo una alternativa donde lo recreativo y lo saludable se unen de manera ideal.

TERMAS DEL AYUÍ

Ubicado en la zona del Perilago de Salto Grandes, es otro de los establecimientos termales destacados de la provincia. Tiene una pileta general, integrada por siete piscinas pequeñas con diversas temperaturas (desde los 37 hasta los 43 grados). A esa propuesta se suman los sillones de hidromasajes, burbujas de aire comprimido y las cascadas de piedra que le dan un escenario característico. Su parque acuático, en tanto, ofrece diversos toboganes y sobre uno de casi 15 metros de altura.

El predio cuenta, además, con un Centro de Interpretación creado para informar a los visitantes sobre aspectos que no se pueden contemplar directamente en el interior del complejo. O sea, cómo se formó el lugar, de dónde proviene el agua termal, especies de flora y fauna autóctonas, formación de playas y avistaje de aves, entre otras cosas. Así, el turista adquiere conocimientos para poder disfrutar de la zona mediante actividades que observan principios de sustentabilidad ecológica, a la vez que ofrecen un producto diferenciado.

TERMAS DE FEDERACIÓN

A orillas del Lago Salto Grande, son el resultado de la primera perforación termal de la Mesopotamia, realizada en 1994. Sus aguas emergen de una profundidad de 1.260 metros y, como en el caso del complejo de Colón, pertenecen al Acuífero Guaraní. Las piletas se encuentran distribuidas en dos grandes sectores, el pasivo y el recreativo, adaptadas a las necesidades de cada edad. De este modo, resultan ideales para disfrutar con tranquilidad y en familia.

En una superficie de 11 hectáreas de parques, senderos, lagos, servicios de SPA y gastronomía al aire libre, el complejo posee un parque acuático termal, considerado el más grande de América Latina. Tiene un río lento, una pileta de olas gigantes, toboganes que alcanzan los 20 metros de altura y una plaza náutica para todas las edades.