Espejos de agua, naturaleza agreste y agendas repletas de actividades para disfrutar de una temporada imperdible con la familia y las amistades. De eso se trata el verano en Puan y Trenque Lauquen, dos destinos turísticos de la provincia de

Buenos Aires que expanden la oferta, crean tendencias e invitan a la relajación y a la aventura en aquellos viajeros que eligen transitar sus rincones.

PUAN, LA PERLA DEL OESTE QUE SORPRENDE CON SU PROPUESTA

Lagunas y sierras rodean a esta ciudad ubicada a poco más de 600 kilómetros de la Capital Federal. Un lugar que sorprende a quienes lo visitan por la diversidad de atractivos que incluye y las opciones que ofrece para todas las edades. Su isla, destinada a la práctica de actividades recreativas y turísticas con un sendero guiado, un centro de interpretación de flora y fauna, un salón de usos múltiples, sanitarios, proveeduría y espacio de acampe con parrillas, fue declarada en 2001 como “Reserva Natural y Cultural de Usos Múltiples” por su valor arqueológico, natural e histórico.

Se encuentra a sólo ocho cuadras del centro del pueblo y está habitada por más de 100 especies de flora autóctona que rodean la casa de Rómulo Franco, primera autoridad del partido en 1886. Desde el mirador se registran vistas icónicas del balneario y de la localidad bonaerense.

Por sus aguas mansas y la sombra generosa de los sauces, la laguna es el paraíso de quienes aman las actividades náuticas, y además promueve el turismo inclusivo, ya que el sitio tiene senda y rampa para sillas de ruedas. Allí se pueden practicar diferentes deportes, entre ellos los que usan esquí, vela y kayak, avistar aves en compañía de un naturalista, realizar paseos guiados en lancha por el sector del balneario antiguo o por el circuito nocturno Vuelta Laguna de Puan, durante los fines de semana.

Lorena Hirch, encargada de organizar eventos sobre astroturismo explica que se trata de una disciplina que “acerca a las sensaciones que nuestros antepasados experimentaron ante el espectáculo del cielo, a partir de su vinculación con las estrellas, la cosmovisión de los pueblos originarios y los mitos construidos desde nuestros orígenes hasta hoy”.

¿Otros paseos imprescindibles? La caminata o cabalgata por el Camino Pichihuinca, enmarcada por un pintoresco paisaje que finaliza donde se encuentran el Cerro Grande y el Cerro Chico; y el equi-yoga, que combina dos disciplinas milenarias como la equitación y el yoga, con beneficios para la salud y vivencias muy singulares.

TRENQUE LAUQUEN: LAGUNAS Y CALLES CON RAMBLAS ARBOLADAS

Su nombre, que en voz mapuche significa Laguna Redonda, se debe al espejo de agua dulce que utilizó el Cacique Pincén para refrescar a su caballada. Las dos lagunas majestuosas, Hinojo sobre Ruta Nacional 5 y Cuero de Zorro sobre Ruta Nacional 33, ubicadas a 15 kilómetros del casco urbano, ofrecen paisajes de ensueño muy buscados por las personas deseosas por viajar y conocer lugares diferentes.

Ideales para pescadores y para quienes disfrutan de los deportes acuáticos, Cuero de Zorro con sus vientos del norte y noroeste produce condiciones inmejorables para la práctica de kitesurf. El agua es limpia y clara, debido a su constante recambio por el sistema de canales.

Hinojo es por excelencia la laguna del pejerrey, de allí salen los mejores ejemplares para la elaboración de exquisitos platos frescos que se pueden degustar en los restaurantes emblemáticos de la localidad.

Maximiliano Ferreyra, coordinador del Área de Promoción Turística e Industrias Creativas del municipio, recomendó visitar Girodías, La Porteña y el paraje Lértora, espacios imperdibles para el turismo rural “con una oferta gastronómica de excelencia y circuitos que permiten una aproximación a la cultura y a las costumbres del pago”.