Es el centro triguero de la provincia de Buenos Aires. Una localidad rica en colectividades llegadas desde España, Francia, Dinamarca, Países Bajos, Israel,  Italia, Siria, entre otros. Claromecó y sus playas. 

En la ciudad de Tres Arroyos crecen los espacios verdes a través de las plazas dentro del ejido urbano, y el principal exponente de reservorio forestal: el Parque Municipal Ángel L. Cabañas. En el mismo se puede disfrutar de la naturaleza al aire libre, con espacios para la recreación e incluso el deporte.

La localidad conserva sus dotes de ciudad tranquila, en un marco de progreso moderno que aumenta la oferta de servicios y crecimiento de infraestructura, con un contenido cultural, arquitectónico e histórico dignos de ser conocidos.

La ciudad transmite su historia a través de sus edificios, monumentos y sitios históricos. En el Museo de Arqueología, Historia y Ciencias Naturales José A. Mulazzi se refleja el paso del tiempo, incluso antes de la civilización. En el Museo de Bellas Artes, quedan plasmadas obras de arte locales, regionales y nacionales que evidencian los movimientos artísticos históricos.

Las playas

Claromecó invita a recorrer sus inmensas playas, ideales para descansar y relajarse, rodeados por la naturaleza. El amanecer y el ocaso, entrando y saliendo por el mar, serán momentos inolvidables.

Un entorno ideal para realizar deportes durante el día y por las noches pasear por la feria de artesanos junto con espectáculos callejeros, teatrales, musicales, exposiciones fotográficas y mucho más. 

La pesca, ya sea desde la costa o por qué no embarcado, es uno de los fuertes de la zona. La pesca deportiva se luce con el concurso de “Las 24 horas de la Corvina Negra” (junto con el resto de las competencias que se hacen a lo largo del año).

Lejos de la civilización está el balneario de Reta, que se caracteriza por la amplitud de las playas y la tranquilidad del ambiente. Acá se puede contemplar el nacimiento y puesta del sol en el mar y la conservación de la naturaleza en la Albufera.  Provista de una amplia forestación, posee calles pintorescas que invitan a recorrer cada rincón y que además están nombradas con la vegetación autóctona del lugar.

Campos de trigo

Identificada por conservar aún la primer cadena de médanos, que separa al pueblo de la playa como una especie de murallón natural, que se puede atravesar por medio de un Túnel Submedanal caminando o con un vehículo acorde. 

Pasando la centenaria localidad de Orense, luego de recorrer un camino de ripio de 15 kilómetros, se llega a este balneario único. Atravesando campos de trigo y girasol los visitantes se pueden cruzar con la fauna autóctona de la zona: ñandúes, liebres, mulitas, perdices, entre otras.

Balneario Orense es destacado por la permanencia de su naturaleza, por la tranquilidad, y por la hospitalidad y amabilidad de su gente. También es conocido como “Punta Desnudez”, debido a que se encuentra ubicado en un accidente geográfico con un entorno agreste, despojado de vegetación. Posee un trazado particular, alrededor de una plaza circular, y el nombre de sus calles responde a la vegetación típica del lugar.