Ahí está el cartel. Diseñado en madera, y con una escenografía natural de fondo, da la bienvenida a los viajeros que llegan a este destino. Y sobre todo, luce con orgullo su ADN turístico. "El Chaltén, Capital Nacional del

Trekking", es el mensaje que devuelven las letras, coronado con la bandera argentina. De eso, y mucho más, se trata esta localidad ubicada en el extremo sudoeste de la Patagonia, al pie del cerro Fitz Roy. Claro, en cada uno de sus rincones brinda gran cantidad de variantes para descubrir la naturaleza. La elección queda, entonces, en manos de los turistas.

Los más de 50 circuitos de trekking que ofrece El Chaltén, en el Parque Nacional Los Glaciares, son un clásico de aventura en el oeste santacruceño. A ese plan se suman otras alternativas, como rafting y kayak en el Río de las Vueltas, snorkelling, escalada en roca de la mano de expertos, cabalgata y hasta mountain bike para viajeros exigentes. Es la naturaleza virgen, sin dudas, la que atrae a visitantes de todo el mundo que buscan descubrir y disfrutar este tipo de lugares. De hecho, esta localidad ocupó tiempo atrás el segundo puesto entre los diez destinos más recomendados del mundo por la revista Lonely Planet.

Fundada en octubre de 1985 a raíz de un conflicto limítrofe con Chile, El Chaltén encuentra su principal ícono en el cerro Fitz Roy. Ubicado a 3.400 metros de altura, su ascenso es el trekking más emblemático del destino. Dura unas ocho horas entre la ida y la vuelta, y permite descubrir bosques hermosos, animales autóctonos y la Laguna Capri. Sus aguas de color azul, los árboles que la rodean y sus vistas panorámicas son uno de los imperdibles de este rincón patagónico. Otro clásico es el Lago del Desierto, al que se llega después de recorrer 37 kilómetros de ripio. Lejos de su nombre, este espejo de agua alargado está adornado por un bosque frondoso.

Estas propuestas se integran a una lista larga de atractivos en El Chaltén. Allí aparecen, por ejemplo, el Chorrillo del Salto (una cascada de más de 20 metros de altura), los miradores Piedra del Fraile y Los Cóndores, Lago Viedma, Laguna Torre, Laguna de Los Tres y Loma del Pliegue Tumbado. También se recomienda conocer los glaciares Torre y Viedma -considerado el segundo más grande del Parque Nacional Los Glaciares, con 80 kilómetros de largo y 15 de ancho- y realizar trekking con expertos sobre los Hielos Continentales, la tercera extensión de hielo más grande del mundo luego de Antártida y Groenlandia.

En los últimos años, el acceso por asfalto desde El Calafate fue clave para el crecimiento y el impulso de los servicios turísticos de El Chaltén. Quizás, una de sus grandes noveades sea la gastronomía. Los frutos de mar, el famoso Kanikama y hasta la carne de guanaco forman parte de esta movida, en la que el cordero patagónico y los frutos de rojos ya son un clásico santacruceño. En tanto, la cervecería pionera de este pueblo, con sus variedades Pielsen y Bock, recrea un circuito donde el visitante podrá conocer el paso a paso en la elaboración de la cerveza artesanal.