La Argentina es un país reconocido por la calidad y variedad de sus vinos. El corazón de esta industria se encuentra en Mendoza, San Juan y La Rioja. Sin embargo, el sector incluye otras provincias productoras, como Salta, Catamarca, Neuquén, Río

Negro y Córdoba. Y su crecimiento va de la mano con el enoturismo.

En ese contexto, la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) firmará en las próximas horas un convenio con el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación. La iniciativa se enfocará en actualizar el Plan de Marketing "Argentina Tierra de Vinos" para potenciar y contribuir con el desarrollo del enoturismo en el país. El acto tendrá la presencia de la secretaria de Promoción Turística, Yanina Martínez, y el titular de la entidad, José Alberto Zuccardi.

El evento se llevará a cabo este jueves, de manera presencial, en la Bodega Sin Fin, ubicada en la localidad mendocina de Rodeo del Medio. Allí se espera la participación de los funcionarios de turismo de Mendoza y San Juan, como principales provincias vitivinícolas del país, así como también de los directores de áreas de los municipios y dirigentes empresarios de las cámaras del sector, con los que se viene trabajando en la promoción del turismo del vino.

A partir del convenio, los actores del enoturismo de las 17 provincias vitivinícolas podrán contar con datos actualizados e información sobre los turistas argentinos y sus preferencias de viajes. Desde esos datos, el objetivo será realizar campañas de promoción y adecuar la oferta enoturística de cada uno de los destinos a la demanda propia del mercado interno.

LA SEMANA DEL BONARDA

Desde ayer y hasta el próximo domingo, San Juan organiza la Semana del Bonarda. Se trata de una gran oportunidad para conocer el origen y las características de un cepaje que suma diversidad a la oferta de vinos de la provincia cuyana.

El Bonarda es una variedad italiana que siempre contó en la Argentina con una importante superficie de implantación. Además, tiene gran potencialidad enológica en el país y es considerada la segunda cepa tinta más importante, después del Malbec.

En los últimos años, este cepaje ha sido reconocido por producir vinos de calidad, pero sólo una fracción del total se utiliza con ese fin. Este varietal cuenta con gran aptitud para mejorar vinos de corte, sobre todo con Malbec, por lo que su uso se hace principalmente en los vinos genéricos de buena calidad.